El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos en su desesperación por terminar la Segunda Guerra Mundial, arrojó la bomba atómica de Hiroshima, Japón. En unos minutos más de 200.000 personas perdieron su vida.
Sadako Sasaki era una niña que vivía en Hiroshima, cerca del puente Misasa. Tenía tan solo dos años y ella y su familia fueron de los pocos que salieron ilesos casi inexplicablemente de esa terrible bomba.
Sadako se crió llena de energía. En su escuela perteneció al equipo de atletismo y llegó a imponer un record de velocidad en 50 metros, en su categoría. Su sueño era convertirse en profesora de educación física.
A la edad de 11 años (en 1954) se le fue diagnosticada leucemia; conocida en aquellos años como "la enfermedad de la bomba atómica". Apenas le pronosticaron un año de vida.
Estando en el hospital, una niña le trajo una grulla de papel y le contó una vieja historia japonesa que ella no conocía: Según los japoneses una grulla vive mil años. Y si una persona enferma hace mil grullas de papel, los dioses le concederán el privilegio de mejorarse.
Hacer una grulla en origami no es fácil, pero después de que su amiga le enseñó a doblar el papel correctamente, empezó a hacer cuantas podía , y esas grullas devolvieron la ilusión a esa pobre niña.
Como eran tiempos de recesión, no disponía del suficiente papel, y empezó a utilizar todo lo que encontraba por el hospital, como cajas de pastillas, envolturas de golosinas, cartas...
Sadako tenía la ilusión de que los dioses le salvasen, sin embargo pensó que no era justo pedir solo para ella; así es que pidió que su esfuerzo sirviera para traer la paz y la curación de todas las víctimas.
Pero lamentablemente Sadako falleció en octubre de 1955, después de haber hecho 644 grullas de papel.
Tras su muerte sus compañeros de colegio hicieron el resto hasta completar las 1000, e hicieron pública su historia.
El día del sepelio, Sadako Sasaki fue enterrada con sus 644 grullas, y más de 10.000 grullas de colores de miles de niños, adornaron su lápida.
Toda la sociedad decidió dedicarle el monumento que debajo os he dibujado en la que se representa a Sadako sosteniendo una grulla en su mano, que también se dedicaría a todos los niños muertos en Hiroshima.
La estatua se encuentra en el Memorial de la Paz de Hiroshima desde 1958. En la base se encuentra una placa (que también véis en el dibujo), en la que dice:
"Éste es nuestro grito, ésta es nuestra plegaria: Paz en el mundo"
El día 6 de agosto, día de la Paz, los niños de la ciudad y vistantes cuelgan grullas en el monumento.
Bajo la cúpula hay una grulla dorada.
Hoy, y después del tsunami japonés y el consecuente desastre en la Central de Fukushima, quizá sea el momento de pensar seriamente en cerrar esas Centrales y usar otros métodos de producir energía.
Os dejo un link de cómo se hace una grulla de papel, es en italiano, pero es el video más detallado que he encontrado: